((((@)))) El ojO del Camaleón.

Los papeles se pierden, el disco duro corre el riesgo de infectarse con algún virus. Algo peor y bueno a la vez, las ideas se reproducen en la mente como roedores. Y -sin importar lo interesantes que pueden ser- son reemplazadas por otras y relegadas al olvido en cuestión de segundos. Antes de que todo esto pueda acontecer, emplearé este blog.

martes, agosto 29, 2006

CUANDO SE REQUIERE APELAR A UN INMORTAL

Sí, es cierto. Porque cuando uno, simple mortal, no encuentra cómo describir su amanecer desastre, tras una mala noche que puso fin a un día aun más desastre, engordador de pesimismos... para todo eso, siempre hay inmortales que le callan la boca y hablan por uno.

LOS NUEVE MOSTRUOS
I, desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces
y la condición del martirio, carnívora voraz,
es el dolor dos veces
y la función de la yerba purísima, el dolordos veces
y el bien de sér, dolernos doblemente.

Jamás, hombres humanos,
hubo tánto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera,
en el vaso, en la carnicería, en la arimética!
Jamás tánto cariño doloroso,
jamás tan cerca arremetió lo lejos,
jamás el fuego nunca
jugó mejor su rol de frío muerto!
Jamás, señor ministro de salud, fue la salud
más mortal
y la migraña extrajo tánta frente de la frente!
Y el mueble tuvo en su cajón, dolor,
el corazón, en su cajón, dolor,
la lagartija, en su cajón, dolor.

Crece la desdicha, hermanos hombres,
más pronto que la máquina, a diez máquinas, y crece
con la res de Rousseau, con nuestras barbas;
crece el mal por razones que ignoramos
y es una inundación con propios líquidos,
con propio barro y propia nube sólida!
Invierte el sufrimiento posiciones, da función
en que el humor acuoso es vertical
al pavimento,
el ojo es visto y esta oreja oída,
y esta oreja da nueve campanadas a la hora
del rayo, y nueve carcajadas
a la hora del trigo, y nueve sones hembras
a la hora del llanto, y nueve cánticos
a la hora del hambre y nueve truenos
y nueve látigos, menos un grito.

El dolor nos agarra, hermanos hombres,
por detrás de perfíl,
y nos aloca en los cinemas,
nos clava en los gramófonos,
nos desclava en los lechos, cae perpendicularmente
a nuestros boletos, a nuestras cartas;
y es muy grave sufrir, puede uno orar…
Pues de resultas
del dolor, hay algunos
que nacen, otros crecen, otros mueren,
y otros que nacen y no mueren,
otrosque sin haber nacido, mueren, y otros
que no nacen ni mueren (son los más)
Y también de resultas
del sufrimiento,
estoy tristehasta la cabeza, y más triste hasta el tobillo,
de ver al pan, crucificado, al nabo,
ensangrentado,
llorando, a la cebolla,
al cereal, en general, harina,
a la sal, hecha polvo, al agua, huyendo,
al vino, un ecce-homo,
tan pálida a la nieve, al sol tan ardio!
¡Cómo, hermanos humanos,
no deciros que ya no puedo y
ya no puedo con tánto cajón,
tánto minuto, tánta
lagartija y tánta
inversión, tanto lejos y tánta sed de sed!
Señor Ministro de Salud; ¿qué hacer?
!Ah! desgraciadamente, hombres humanos,
hay, hermanos, muchísimo que hacer.

César Vallejo, Poemas Humanos.

viernes, agosto 25, 2006

CICATRICES CORPORALES

Uno, dos, tres y cuatro. Ese es el número de cicatrices por accidentes con cortes que tengo en todo el cuerpo. La profundidad de cada harida, la suficiente para ser cosida, para "suturarla", como dicen los médicos. Algo de hilo esterilizado, una aguja en forma de pestaña, anestesia local y la sensación de ser una tela durante hora y fracción. En las dos primeras ocasiones lloré como pocas veces en mi vida lo he hecho ante un dolor de origen físico. Casualidades de una existencia accidentada, se puede hacer una línea cronológica si se revisan de arriba para abajo.

UNO. just do it.
La primera está en la cabeza. En la nuca, finalizada la coronilla, más cercana a ella que al cuello. Desde hace casi una década suelo cortarme el pelo casi al ras y dejar que crezca por tiempo irregular. Salvo hace más de un año que luego de mucho tiempo fui al peluquero para que haga algo especial. Supongo que fue la influencia de haber estado en la ciudad en donde la imagen es todo y de que cortarme la peluca de cinco meses haya sido la única condición para que mi amigo Chauchú (made in Capón, Lima) me presentara a una chica búlgara a la que luego de saludar jamás volví a ver; el peluquero ruso de Staten Island descubrió el corte con el que más cómodo me he sentido.

Solía hacerlos yo mismo, los cortes, con una máquina y un espejo de herramientas, manera interesante de que el tiempo corra, excusa para desconectarse, meditar, pensar. Sin embargo, no recuerdo con exactitud desde cuándo voy al peluquero de mi barrio, cuyo nombre hasta hoy desconozco. Su chamba es sencilla, nada en especial, solo pasar la máquina con una cuchilla pequeña. Con el cortador anónimo se pueden analizar las noticias que pasan en Canal N o que leo en el periódico que siempre me alcanza. Es como mi medidor personal de la opinión pública. Alguna vez me ha pasado datos que me han ayudado en mi trabajo, es buena fuente. Nos estamos alejando del tema.

Sucede que cuando tengo el pelo corto, la cicatriz deja una marca parecida al símbolo de una marca de zapatillas. Cabeza de zapatilla o cabeza de caja de zapatos suelen ser chapas recurrentes en esas épocas. Ah, para la línea de tiempo: la cicatriz es lo que queda de cuando un cubo de madera se clavó en mi cabeza (no traspasó el cráneo, no alucinar gratis). Tenía tres años, salté de una de las mesas de mi guardería, aprovechando que las nanas no estaban, y casi como un presagio de mi futura torpeza en la actividad física, tropecé y... es fácil imaginar el resto. Una toalla llena de sangre, las nanas corriendo. Menos mal que la guardería era parte del hospital en donde trabajaba mi madre. Ya en el consultorio, solo recuerdo que tenía a mis dos primos, mi madre y mi tía haciéndome muecas y hablando de cualquier cosa para que el doctor haga su trabajo con tranquilidad. Por cierto, también recuerdo lo que se sentía cuando la aguja agujereaba mi piel, pero no cuando me sacaron los hilos.

Bajemos hasta la ceja derecha.

DOS. el corte dizque sexy.
En ella tengo un corte diagonal, más cercano a la horizontalidad que a los 90 grados. Sucede que a los seis años pude haber perdido el ojo. Esta vez se debió, nuevamente, a un tropiezo. Corriendo, en la puerta del salón, haciendo guardia a que la profesora llegara para evitar ser castigados por el caos que solo un salón de niños sin autoridad puede lograr. A lo lejos la vimos. Todo el mundo corre, busca su asiento. Yo corro, busco mi asiento. Un chino mayor que todos (estudié en colegio chino y solíamos tener a compañeros de ese país mayores que el resto por haber pasado por un ciclo de inclusión que los retrasaba algunos grados... digamos que mi colegio es la fábrica de los "mi pata el chino" de Lima). En fin, el chino este empuja a varios, entre ellos a mí (el chino tenía ciertos problemas de socialización, repetiría el primer grado). Veo cómo voy directo a la pata de una mesa.

Lloro, sangre. Una vez más, toallas rojas. El proceso médico fue más afortunado. Cómodo, quiero decir. La estrategia de la doctora fue apelar a mis conocimientos de matemática. "Oye, eres un capazo en sumas y restas eh!, todo un campeón, vas a ser ingeniero". ¡En verdad lo era! Pero pobre mujer, si me viera ahora, un alérgico a toda operación numérica. Alo mejor me estaba mintiendo, solo me decía eso para anestesiarme en una falsa gloria. Puede ser. No pude correr ni jugar por una semana.

Alguna vez una chica me dijo que le fascinaba ese corte en la ceja. "... me encanta, te da una mirada sexy". Me inclino más por la idea de que un elemnto adicional a ua parte del todo le da cierta irregularidad, cierto desbalance. No sé, ¿por algo debe ser que solo me lo han dicho una vez en mis 24 años de existencia? Creo que fue en compensación tras haberle dicho que me "entusiasmaba" su delicado cuello mientras se lo mordía gustoso.


TRES. hammurabi para dummies.
Creo tener cierta noción de justicia, pero esto fue el colmo. Ojo por ojo, diente por diente, es la única vez que he empleado el código de Hammurabi. Como toda experiencia tonta, tras el pasar del tiempo, parece instantánea, breve.

Tenía catorce años, tercer grado de secundaria, el mismo colegio chino. No recuerdo las palabras exactas de mi amigo L.A., solo que me ofuscaron. Probablemente no fue nada grave, a veces lo jodíamos sin sentido. En un momento, L.A. tiene clavada la punta de un lápiz en el brazo. Mi lápiz está sin punta. Mi explicación hubiera sido similar a la de los asesinos que consumaron su acción en un ataque de esquizofrenía "no sabía lo que hacía,en un segundo me desconocí por completo".

El gordo, L.A., amenazaba con delatarme.Cuidaba de que la punta permanezca clavada y así mantener intacta la prueba del delito. "Ya, gordo, mira, te doy mi lapicero, haz lo mismo, no me importa, es lo más justo que puede haber, no seas cabro", le dije. Al gordo le brillaron los ojos por un segundo, pero luego reaccionó.
-Oe, ¿estás huevón?
-Prefiero que me claves el lapicero en el brazo a que vayas a hablar con la coodinadora, pes' gordo cojudo.
-No, cabezón, yo igual le digo a la gorda (la coordinadora de los útlimos grados).
-Mira, tengo estos. ¿quieres el azul o el rojo?
-El azul, el rojo es solo para subrayar.
-Gordo cojudo.
-Oe, pero te va a doler.
-Entonces lo dejamos ahí, ¿no?
- Ni cagando, yo le digo a la gorda.
-Gordo marica, el dolor pasa en unas horas, pero que citen a mis viejos y armen un chongazo que durará semanas...
-Ya, ¿en dónde lo quieres?
-Donde sea, huevas, no es un tatuaje.

Escogimos el antebrazo izquierdo, no sé por qué. Las puntas cónicas de los lapiceros Faber Castell 033 suelen hacer orificios profundos en la carne humana si son direccionados a ella a grandes velocidades y con malas intenciones.
-Oe, cabezón, está sangrando.
-Au, mierda.
- ¿Te duele?
-Carajo, au.
(risas nerviosas)
-¿Es sangre?
-Sí, pes gordo, ¿qué va a ser?
-Oe cabezón, eres chusco, no eres de sangre azul como en la clase de historia que nos contaron que...
-Ya, ya, yoy al baño, me lavo y listo.
En vano, seguía sangrando. El proceso médico se inició luego de decidir ir a la enfermería del colegio.
Un amigo me clavó el lapicero en el brazo porque yo antes le clavé la punta de mi lápiz. No, eso no podía decir. Se me clavó una astilla de las carpetas, era una astillaza, grandota, pero me la saqué mientras lavaba la herida en el baño. Eso sí.

Esta vez la suturación no dolió. O era una buena anestesia o mi piel ya estaba curtida de cortes, "suturaciones" (palabrita aprendida) El proceso no tuvo nada digno que contar. Solo me dolieron los músculos durante los días siguientes, al mover los dedos.

CUATRO. la sangre en la cancha.
Sí, soy malo jugando al fútbol. Salvo el tiempo que estuve en la academia del equipo de mis amores, y los próximos meses de mi retiro porque tenia que estudiar, siempre he sido de los últimos que escogen en el yankempó para la formación de equipos. Lo único que me queda del crack que nunca fui es la numerosa serie de pataditas que puedo lograr con algo de suerte.
¿Quién no se ha hecho alguna herida jugando una pichanga, como le llamamos los peruanos a un partido de fútbol, fulbito (fútbol 6), entre amigos? La mía, una de tantas pero que viene al caso en esta ocasión es, por su puesto, un corte.

Ya se vio la de la cabeza, la ceja, el brazo. La ultima está en mi rodilla derecha. En épocas de mi recién fenecida vida universitaria, Estudios Generales Letras, fin de semana en la cacha de Ingeniería de Minas. Como nunca, había metido tres goles. Aunque, claro, me habré fallado unos diez o doce. No sé qué pasaba, estaba ágil, slataba, la paraba de pech, dribleaba, los pases iban directos, al pie del compañero. Creo que fui confianzudo con mi suerte. Claro, tenía 20 o 25 kilos menos que ahora, diecinueve años, pero no era para tratar de dar una vuelta entera con la pierna estirada por detener una pelota divida. El destino me dio la mano y me encaramé en el hombro. Seguro que iba a parar de cuclillas, en el peor de los casos. No. Salí de la cancha y la rodilla trató de incrustarse en el suelo como la punta del lápiz en las carnes del gordo. Una de las piedritas se incrustó. ¡Corte! No, no era una película.

Este si era medio preocupante, se abría y cerraba como un cuaderno cada vez que flexionaba la articulación. No podía caminar bien, me dolía al pisar, tenía solo dos soles en el bolsillo, no contaba con un celular. Mis amigos también eran igual de austeros por obligación que yo, casi una moda en estudiantes de clase media, que no trabjaban, en una universidad privada. El servicio médico estaba cerrado.

Hicimos chancha para pagar el taxi. Casualidad, fui a la misma clínica de la doctora que me auguró un futuro de ingeniero. En el trayecto seguí jugando con que mi rodilla era un cuaderno. La doctora esa ya no estaba. Pudo haberle pasado cualquier cosa, pero si se dedicó a leer las cartas, no debió haberle ido muy bien.

A MODO DE ACÁPITE. Lo mejor/peor suele ser distinto al resto
La peor herida no fue un corte. Tras seis años de generada, los tejidos aún no se restituyen del todo y se puede ver, dentro de un desnivel de la epidermis, cierta capa rosácea. ¿Da cosas? Agradecer que no describo cómo fue el accidente ni cómo quedó el tobillo derecho (donde está alojada). La chica que hizo la oda a mi ceja concordó con muchos al verla. "Qué asco", dijo.
También sería parte de la línea de tiempo. De ser así, queda poco espacio para que los accidentes dejen sus vestigios en orden cronológico y en dirección sur. Así sea. Por ahora me iré a dormir.

jueves, agosto 17, 2006

ZENA EL-KHALIL, UNA BLOGGER DESDE BEIRUT

Durante la última media hora, desde mi balcón, he estado viendo el horizonte. Está incendiándose. Son las 4:14 am.

Las de arriba son las primeras líneas del post, traducidas al español, con las que Zena El-Khalil estrenó su blog Beirut Update. Artista plástica de origen libanés, nacida en Inglaterra, regresó a su país para su primera exposición individual. Con muchos planes, la guerra los truncó y la retuvo en la capital de la tierra de sus ancestros.

A las 3:28 de la mañana, me desperté con el sonido de los jets israelíes volando bajo, sobre nuestros cielos en Beirut. A pronto de caer dormida, finalmente, recorrieron pensamientos en mi mente por toda la noche, calambres en mi estómago, miedo... Y pensar que por poco iba a caer dormida y escuché el sonido de los jets, uno seguido de otro, una explosión tras otra. Está algo calmado ahora.

Oigo gente orando rezos matinales a la distancia.

A lo largo de todo julio y parte de agosto, Zena escribió 35 posts en donde relataba sus días en la guerra librada por el ejército israelí y la agrupación terrorista Hizbolá. De cómo las bombas israelíes no discernían de culpables e inocentes. De la impotencia de los ciudadanos de a pie al no poder darle una cachetada, dos o tres al mundo entero y despertarlo de su aletargamiento e indiferencia.

Más de un millon de civilies deplazados ahora
Más de mil libaneses asesinados.
Cuántas veces tengo que decir que mi país está siendo destruido pieza por pieza.
En mi ciudad, barrios enteros no existen más.
Familias enteras han desaparecido
El sur de Líbano es una sola flama
Durante un mes, he tenido que ver a Líbano brutalizada.
Sus ciudadanos arrugados bajo los escombros de sus hogares.
No pueden hacer paz en medio del sonido de las bombas.

Al blog de Zena lo encontré tarde, cliqueando links en un diario local que trató el tema de los blogs en Líbano, hace cuatro días. Quedé prendado en el acto. Leí lo que ya había escrito como un niño que repasa la lección no aprendida a media hora de empezar el examen. Cómo no solidarizarse con quien te confiesa lo que realmente siente, desconoce de eufemismos y comunica lo que realmente piensa y, encima, sufre las injusticias de la sinrazón humana. Y, al igual que ella, todo un país estupefacto.

Así que lloré y lloré... porque sentí un increíble onda de miedo y tristeza encima de mi mente. No he estado durmiendo. Combinen miedo y falta de sueño y tendrán un gran punto de quiebre cuesta abajo.

Zena el-Khalil se identifica con tres países: dice que es inglesa, libanesa y nigeriana. En el Museo Internacional dela Mujer aparece una pequeña reseña suya: "Nació en Inglaterra en 1976. Creció en Nigeria, donde leyó mucho, participó en competiciones de Karate y escuchaba Iron Maiden. En ese entonces, su color favorita era el púrpura. Todavía lo es. Es la cofundadora de Xanadu, un espacio artístico localizado en New York y Beirut, dedicado a ayudar a jóvenes artistas que no están interesados en circuitos de galerías comerciales y de Alijsser, una organización norteamericana que trabaja en la promoción del trabajo de artistas árabes". En dicha web cuenta sobre su feliz matrimonio.

Luego de toda esta información ya entendemos algo más su frustración cuando se entera de que es probable, ella lo asegura por una noticia que cita a un politólogo, de que Israel haya planeado los ataques a uno de sus tres países desde hace seis años, por lo menos.

MIENTRAS ESTUVE CONSTRUYENDO SUEÑOS, ELLOS PLANEABAN MI DESTRUCCIÓN
(...)
En los últimos seis años, estuve alentando a otros a pintar, esculpir, dibujar, filmar, fotografiar, hacer, pegar, coser, crear... les prometi que sus trabajos serían aceptados en cualquier lugar... eso era tan importante para hacer obras... que Líbano abrazaba las artes... y nosotros solo teníamos que direccionarlo.

En los últimos seis años, a mis padres les prometí una familia, les prometi nietos.

En los últimos seis años, a mis mejores amigos les prometí una Beirut que nuestros niños amarían. Una Beirut que será saludable para nosotros mismos y para nuestros amigos, una Beirut distinta a cualquier otra ciudad en el mundo.
(...)
Pero no odio. Nunca odiaré. Tan solo estoy realmente, relamente decepcionada por esas personas que sienten que tienen el derecho de gobernanr mi vida. Lo único que queda por hacer ahora es resistir. Resistir con amor. Mi más poderosa arma que nadie puede tocar. Yo aún amo. Siempre amaré. Yo amo Beirut.

Un personaje, esta Zena. Descubrí un poco de ese país que me sonaba tan lejano como a los libaneses debe sonarles el mío, Perú. Sus posts son realmente fabulosos. Uno los vive. Casi siento el vértigo, el temor, la incertidumbre de las bombas que goteaban sobre Beirut, ese olor que Zena equipara al que percibió en New York cuando llegó dos meses después de la caída de las torres.

Concuerdo con Zena en que los mismos sonidos y las mismas sensaciones que ella y los demás libaneses percibieron durante el último mes deben ser los mismos que acechaba a los judíos en la Segunda Guerra Mundial.


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Justo, la foto de arriba muestra una pared neoyorquina con una oración de su blog, en donde una artista amiga suya empleó sus posts para una clase interactiva con sus alumnos de arte.

Ayer Israel decretó el cese al fuego en Líbano. Sus tropas iniciaron la retirada. Los desplazados regresan de a pocos. La paz vuelve temerosa, casi sorda, retraída, inexpresiva. Con Zena compartimos sus penas y ahora su alegría de que la sordidez de la guerra se aleja. A continuación, su último post publicado hasta el fin de este:


EN LA NOCHE DEL CESE AL FUEGO

Esta mañana me desperté con una sonrisa en mi cara. Mi esposo saltó encima de mí, besándome toda la cara, diciendo que la guerra estaba por terminar.. que la ONU votó... que las cosas iban a mejorar ahora. Me había despertado dos horas más temprano, pero salté fuera de la cama con una especie de energía que no habìa tenido desde hace un mes. Esta fue una buena mañana.

Todo cambió este fin de semana.

Supuestamente, las cosas iban a tener algùn tipo de final. Uno u otro.

En la noche del cese al fuego, tuve emociones encontradas.

Estoy agradecida de que las cosas están llegando a su fin.

En fin, el verdadero trabajo ahora descansa frente a nosotros: no se trata solo de la reconstrucción de vidas, del paìsí de la moral. Se trata también de avanzar positivamnete hacia adelante en todo sentido.

La guerra inculca el odio en la gente. Nosotros, como seres humanos tenemos que asegurarnos de que no caeremos en el cìrculo vicioso del odio.

Tenemos que crecer sobre la política y hablar como ciudadanos de la bella Madre Tierra.

No creo que hayamos nacido para odiar. Creo que podemos estar condicionados a través de cosas como el miedo, la violencia, la opresión y la incomprensión.
Uno no debería tener que vivir en el miedo, uno no debe tener que ser víctimas de violencia.

Parece que estos dìas la violencia y el miedo gobierna nuestras vidas, están en la TV y en las noticias... pero no debemos dejarnos. es un disfraz de gente que lo usa para sus propios y egoístas beneficios. La realidad de la vida es el amor, no el miedo. Tenemos que recordarlo.

La vida es bella... es como las posibilidades infinitas de la juventud.... es como el primer beso....

Recuerdan la escena de Matrix (la tercera), cerca del final, cuando Neo y Trinity entrar a la Máquina del Mundo... vuelan en el avión, con las manos sostenidas, el amor los guía a través de la zona de guerra. De ahí ellos traspasan el cielo, atravesando la oscuridad, nubes
eléctricas... luchando por su vida... de ahí repentinamente ellos siguen y ven la Tierra como realmente es: bellos cielos claros... y ahì Trinity dice "bello".


Me pregunto si también podremos hacer eso.

Si hay algo que haya aprendido el mes pasado, es que la vida es muy preciosa. En segundo lugar, que toda tu vida puede cambiar. Un dìa estaba trabajando en una galerìa de arte enviando cuadros a sus nuevos dueños... a la siguiente mañana nuestro aeropuerto fue bombardeado y estuvimos en guerra. Así, de la nada.

mi vida había sido tan acelerada al inicio de este año... estaba ocupada preparándome para mi primera exhibición personal en Líbano que sería en mayo, estaba trabajando duro en mi studio todos los dìas.
Simultánemaente, estaba organizando una exhibición que sería en junio. Fue algo grande. 21 artistas y un mes completo de eventos relacionados a ello.
Detuve muchas cosas de mi vida. Decía para mí y para todos a mi alrededor (incluyendo a mi esposo) que "en julio tendré mi antigua vida de regreso... nos divertiremos en julio. nos iremos a la playa en julio. Sí, ¡hasta incluso haya decidido, finalmente quedar embarazada! Solo que no podré hacer nada de eso sino hasta julio".

Y miren qué pasó en julio... y ciertamente, no creo que vaya a la playa
en mucho, mucho tiempo. muchìsimos años, por lo menos.

La vida es tan, tan preciosa.



LINKS:
--->
BEIRUT UPDATE war diaries of a 30 year old woman... with love from beirut.
--->ZIGGYDOODLE, TRABAJOS ARTÍSTICOS DE ZENNA EL KHALIL.
--->ZENA EN IMAGINING OURSELVES, A GLOBAL GENERATION OF WOMEN, DEL MUSEO INTERNACIONAL DE LA MUJER.
--->LA FOTO LA SAQUÉ DE: GOTHAMIST.COM.

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sábado, agosto 12, 2006

DEBATE DE LA PENA DE MUERTE: CIRCO SIN PAN


No ha cambiado mucho, creo. Solo ha mejorado sus mañas para distraer a la opinión pública. Habrá leído al respecto en París y Bogotá, sus asesores deben ser más técnicos, menos empíricos. Seguramente repasó lo de las vírgenes que lloran, las prometidas del chino ladrón, ex prófugo y hoy extraditable. Esperemos cómo "aprovecha" el gran circo que es cada partido oficial de la Selección de fútbol, este último, mucho mas que un deporte y una pasiónd e multitudes: 90 minutos que generan una amnesia masiva que suele durar días o semanas .

Al parecer las cortinas de humo no serán tan burdas y su onda expansiva no se remitirá a los peruanos de a pie: tratará de abarcar a los políticos enemigos que, en su eterna mayoría, son igual de ladrones que los de antes, pero más manipulables, engañables, chantajeables, huérfanos de ideología, ignorantes de la cosa política, oportunistas.

Si no, miren cómo todos debaten la pena de muerte. ¡Qué tal engañamuchachos! Y todos atrás, como perros mordiéndose la cola, sin avanzar.

"Alan ofreció de todo en campaña", se escucha por ahí. Sí, pues, hasta cortinas de humo.

martes, agosto 01, 2006

Hurgando el archivo de Blogger... ANTES, DURANTE Y DESPUÉS. Último post en NYC.

En realidad fue el último post que escribí en New York. Lo guardé porque estaba apurado y quería escribir mucho más. Luego, lo olvidé. Está tal cual.
Me gusta cómo escribía antes. Mucho más de lo que me suele salir ahora. Algo tendrá que ver el estado anímico o algo así. Las tildes están omitidas porque el teclado carcía de ellas. Hay eñes, creo. Ahí va.



ANTES
Es inevitable idealizar un regreso no esperado sino hasta dos semanas antes de conocer su inminencia. Por mas aplazamiento que se haya intentado. Eliminas lo feo de Lima, que ya es todo un logro (si, pues, Lima es horrorosa, solo se salvan las arquitecturas pasadas y una que otra zona residencial reservada para algunos; respeto opiniones contrarias, pero creo que siempre provienen de romanticos). Decia, borras todo aquello, te quedas con lo bueno y te das con que ese grupo esta compuesto por un puñado de personas, aquellas que quieres y sabes que te quieren.

En ese estado mental recibo una aferta que nadie que le guste el viaje y algo de aventura descartaria. "Vamos a Florida", me dice mi primo.
- Estamos en New York, no quiero pagar por un ticket de avion, ya me voy el martes (era jueves).
- ¿Viste el carro que esta afuera, el Mitsubishi Eclipse?
- ¿Ese azul de la putamadre?
- Si, en ese nos vamos. Pon en tu backpack algo de ropa y salimos. Son mas veinte horas de pistas y me vas a ayudar a manejar.
- Ok -dije algo emocionado- gimme five minutes.

Un aprendizaje empirico que logre durante estos meses de convivencia con mi primo, a quien antes de llegar a New York habia visto una vez en mi vida, hace mas de diez años (la única vez que volvió al Perú), me decia que no habia que hacer preguntas como "¿de quien es el carro?" o "¿por que me dices a mi que lo maneje?". No habia por que preocuparse por las soluciones: si yo tenia que viajar el martes al Peru, el encontraria una forma de llegar antes de ese dia.

"Coño, man, como si tu ya no me conocieras, ¡la cresta!", me dice recordandome que puede cambiar acentos boricua, dominicano, colombiano (paisa y costeño incluidos) como si nada, a la perfeccion, e incluso mezclarlos.

Mi primo fue enviado a este pais luego de acabar el colegio, hace veinte o veintidos años,casi obligado por uno de mis tios, su padre, quien no veia mejor proyecto para sus vastagos hombres que mandarlos a otros paises a trabajar sin mas bienes que sus recuerdos y algo de dinero. Esta historia, la de mi plimo, merece un post aparte. Acaso un blog entero o un libro al estilo Nuevo Periodismo. Pero sigamos...

Asi fue que recorrimos buena parte de la carretera 95. New York, New Jersey, Delaware, Virginia, las dos Carolinas (norte y sur), Georgia y al final, Florida. En Virginia, la primera parada, volví a ver la amabilidad de la gente, algo que en New York es poco comun, un detalle que anhoraba de mi vida en Pennsylvania.El paisaje empieza con algunos pinos y campos verdes se asoman por las Carolinas, de poblacion afroamericana en su mayoria. Poco a poco las palmeras van asomando y el liquido rojo en los termometros tambien. Estamos dejando Georgia para llegar a Florida.

Ahi nos quedamos en Ponciania, un lugar que merece tambien post aparte, puesto que es ejemplo vivo de como el hombre destroza millones de años de vida natural para asi construir comodidad artificial. Casas, mansiones, clubes, grandes supermercados y tiendas de lujo... todo ello se mezcla con lagunas, vegetacion frondosa y ciertos accidentes con cocodrilos por año.

Fernando y Kathy, dominicano, polaca y americanos de primera generacion, nos hospedaron en su casa. Fueron muy buenos anfitriones. Son amigos de mi plimo. Se mudaron a Florida para que sus hijas pequenas no vivan lo mismo que ellos en los barrios populares del Bronx y de Brooklyn. "Un infielno, mano, un veldadero infielno es lo que era eso a veces", dice Fernando. Y vaya que lo estan logrando. Cuentan con una casa garnde, piscina, sus hijas van a su escuela a pie y sus trabajos en una mecanica y en una agencia de viajes les cae bien. "This is the paradise, my friend Herb", me dice Kathy, que solo sabe decir coño, bicho, hola, adios y otra palabra mas en espanol.

DURANTE
Volver a New York luego de disfrutar de la tranquilidad y paz de Ponciania, de tardes en Daytona y Cocoa Beach, es como una furibunda cachetada en pleno sueño. Los intentos por atrasar mi regreso al Peru fueron vanos. Estoy en el cybercafe mas grande del mundo, dicen sus dueños, desde donde escribi varios de los posts sobre NYC. Aun pienso en cancelar el vuelo y quedarme aqui para siempre. Esta ciudad es apasionante, un vicio por el que no te importa dejar todo lo que tienes con tal de seguir viviendolo y dejar que te viva. Por mas que sepas que te puede hacer daño, hacer de tu vida una esclava de su ritmo.


DESPUES

Ni idea de lo que esta por venir. Espero no lamentarlo. Dicen que la desintoxicacion de una sustancia adictiva puede ser muy dura, un periodo de nunca acabar.