((((@)))) El ojO del Camaleón.

Los papeles se pierden, el disco duro corre el riesgo de infectarse con algún virus. Algo peor y bueno a la vez, las ideas se reproducen en la mente como roedores. Y -sin importar lo interesantes que pueden ser- son reemplazadas por otras y relegadas al olvido en cuestión de segundos. Antes de que todo esto pueda acontecer, emplearé este blog.

miércoles, noviembre 24, 2004

Manías contra lo gris


Conversando entre amigos, también nos preguntábamos qué hacíamos, a veces sin quererlo, para sentir algo de adrenalina, para darle algunas aventuras a nuestras vidas. Tal vez para agregarle novedades o emoción a una vida que, muchas veces y por más que no sea nuestra intención, se remite a casa-estudios-casa.


Unos dijeron que caminaban y empezaban a crear ficciones mentalen de acuerdo a lo que veían, le pronosticaban el futuro a las personas de acuerdo a lo que se les ocurría en ese momento (los que han visto la pela alemana 'Corre Lola, corre', entenderán mejor a lo que me refiero). Otro dijo que buscaba a su vecina, "que es una perra", y experimentaban hasta lo no empírico en el sexo. El tercero habló de su resignación a la monotonía que nuestra ciudad (Lima, la horrible, la otrora ciudad jardín, la de los reyes, la de las combis, la de la promesa del tren eléctrico.. de todo le han dicho); él prefería esperar vacaciones e ir en busca de aventuras reprimidas en donde sea.

Yo confesé que, entre varias cosas, una de las más extrañas -y algo tonta- es que a veces me gusta derrochar el dinero que ocasionalmente tengo y luego ingeniármelas para vivir sin él. Esa sensación de incertidumbre me ha encandilado más de una vez. "Seguro porque quieres practicar... total, estudias para periodista, ¿no?-dijo uno. Risas, incluso las mías. Aunque en el fondo algo de razón hay, para qué negarlo... ya el que estudia Periodismo asume que es una carrera poco indicada para ganar dinero.

Luego, todos nos empezamos a preguntar si alguien, un ente superior o algo así, hizo peruanos a millones de personas para buscar escapar de la monotonía. "Y se salvará quien lo logre, el pecado es no ganarle", añadió uno por ahí.

Y luego cambiamos de tema porque teníamos que seguir estudiando. O tal vez porque las tonterías estaban asomando.